Herramientas de punción endovenosa

Las agujas de punción venosa varían en longitud, calibre y forma. Suelen tener un calibre de bisel largo de entre 14 y 24 mm y una longitud que oscila entre 25 y 75 mm.

El uso de un determinado tipo de aguja dependerá del procedimiento que se vaya a realizar, el líquido que se vaya a administrar, el tamaño y la salud de las venas del paciente y su edad.

Los proveedores de equipo de laboratorio recomiendan ya no utilizar con frecuencia las agujas de acero y solo emplearlas cuando se canula una vena para una única inyección, como cuando se toma la tensión arterial de un paciente o se administra un medicamento una sola vez.

Las venas se canulan durante un breve periodo de tiempo con agujas de acero que tienen alas venoflex (de mariposa).

Es fundamental tener en cuenta que, en general, el catéter se utiliza en:

  • Calibre 18: Quienes se someten a una intervención quirúrgica, reciben transfusiones de sangre o consumen cantidades importantes de líquidos.
  • Calibre 20: Para los que reciben grandes cantidades de líquidos.
  • Calibre 22: El catéter azul se recomienda para niños y adultos con venas pequeñas que reciben tratamientos farmacéuticos diarios.
  • Calibre 24: Se utiliza en recién nacidos menores de un año y pacientes de quimioterapia con cáncer.

El método más popular de canulación de la vía venosa en la actualidad es el uso de catéteres sobreagujas, que pueden dejarse colocados durante muchos días. Son mejor tolerados por el organismo e incluso pueden permanecer en las regiones flexurales de las venas debido a las propiedades de la sustancia con la que están construidos.

Los bastoncillos de algodón estériles se utilizan para limpiar la piel y los recipientes de los medicamentos.

Los riñones estériles son recipientes que se utilizan para guardar las jeringuillas y garantizar la asepsia durante la manipulación mientras se prepara el medicamento. Pueden ser de aleación, de acero inoxidable o desechables.

Existen bandejas de procedimiento tanto de plástico como de acero inoxidable; estas últimas se utilizan con antisépticos como alcohol al 70% y povidona yodada para limpiar la zona de punción.

Ligadura, torniquete o banda elástica para ensanchar las venas.

Para realizar punciones parenterales de acuerdo con las directrices globales de precaución para sangre y fluidos corporales, se requieren guantes de procedimiento.

Para fijar agujas, catéteres o fleboequipos a la piel, utilice tela adhesiva.

Para cubrir y sellar el lugar de punción, utilice un parche transparente o 5 × 5 cm de gasa estéril.

Soluciones intravenosas

El procedimiento médico más frecuente para los pacientes hospitalizados es la administración de soluciones intravenosas. Su prescripción se basa en la costumbre regional, el gusto individual y, a veces, el conocimiento fisiológico. 

Hay que considerar que las soluciones intravenosas son medicamentos con indicaciones, contraindicaciones, efectos secundarios y riesgo de toxicidad específicos. 

En la actualidad no existe un tratamiento perfecto, por lo que la prescripción de soluciones parenterales debe adaptarse a la situación clínica, ya que cualquiera de ellas podría ser perjudicial si se utiliza de forma inadecuada.

Su administración puede realizarse para mantener las pérdidas de agua y electrolitos durante los procesos fisiológicos regulares como la respiración, la sudoración, la micción y las heces, así como para aumentar el volumen intravascular en situaciones en las que existe una depleción de volumen y una disminución del compartimento extravascular mientras que se produce un aumento del compartimento extravascular, con el objetivo de mejorar el gasto cardíaco y la perfusión tisular o microcirculatoria.

Tipos de soluciones intravenosas


Cristaloides

Las cristaloides son soluciones diluidas de moléculas pequeñas orgánicas e inorgánicas que pueden ser hipotónicas, isotónicas o hipertónicas para el plasma. Las soluciones de glucosa pertenecen a este grupo. Las salinas (hipotónicas, isotónicas e hipertónicas) y las equilibradas (solución de Hartmann y plasmalito), que son más parecidas al plasma, constituyen las dos categorías.

Coloides

Las soluciones coloides son macromoléculas dispersas en agua que, en principio, permanecen en la región intravascular durante más tiempo y en mayor concentración. Desde que se estableció que los coloides (gelatinas, almidones) tienen más consecuencias negativas que los cristaloides, como daño renal agudo o coagulopatía, se han abandonado en su mayoría.